Todo sobre las baldosas hidráulicas

¿Por qué elegir baldosas hidráulicas para reformas?

En obras realizadas con estilo, es importante pensar en el revestimiento, cuando se trata de reformas o rehabilitaciones. Una propuesta interesante son las baldosas hidráulicas, que se pueden colocar en paredes y suelos.

Marcan personalidad en el lugar dónde se colocan y son artesanales, por lo cual aportan un acabado de calidad, con el esplendor propio del siglo XX. Este arte de fabricar mosaicos con aspecto de otra época, son valorados por diseñadores, interioristas, arquitectos, constructores y profesionales del sector. Pertenecen al grupo de las baldosas decorativas como se las conocen dentro del ambiente de las reformas o rehabilitaciones. Elaboradas con cemento de tipo pigmentado presentan muchos beneficios, porque se realizan con prensas hidráulicas. Un sistema de fabricación, que aporta mayor solidez y resistencia a cada baldosa. En zonas interiores y exteriores su comportamiento es ideal, por su gran estabilidad y belleza.

Pese a las nuevas tecnologías y su avance en la fabricación, el sistema de suelo hidráulico mantiene sus orígenes. Son trabajadas de forma individual cada pieza por maestros artesanos, imprimiendo su sello personal en las mismas. Un proyecto cálido para un espacio ideal en la vivienda, con la personalidad que se busca al realizar las rehabilitaciones.

Este tipo de mosaicos se conservan con gran calidad y resisten al paso del tiempo. Es el caso de algunos tipos de  arquitecturas, que se pueden apreciar en las construcciones por ejemplo de Gaudí. Aparecen en un contexto espectacular y se imponen en el mercado moderno por su aspecto. Con estas piezas se da paso al movimiento modernista, un revestimiento impactante por su diseño y acabado que perdura en las distintas clases de  reformas o rehabilitaciones, con las baldosas hidráulicas.

Método de fabricación

Su impresionante método de fabricación, es reconocido entre los arquitectos. Su proceso implica la mezcla de pigmentos, polvo de mármol y cemento, en los moldes correspondientes para su elaboración. Cada parte de la baldosa es realizada por separado, para evitar la mezcla de los distintos colores, que se usan con los pigmentos. Para su acabado se lleva a cabo una mezcla especial con arenas distintas, que producen un mejor secado de los excesos de humedad.

Con este método se obtiene una capa de dos centímetros de espesor y con un acabado de mejor adherencia y rugosidad óptima para su soporte. Cuando se encuentran los moldes rellenos, cada baldosa es comprimida y sometida a inmersiones en agua durante 24 horas. Más tarde se efectúa en la cámara correspondiente un curado de cemento que se lleva a cabo para aumentar su resistencia durante 28 días.

En reformas y rehabilitaciones se colocan como las baldosas de cerámica, teniendo en cuenta que son piezas de mayor espesor. Recomendando los especialistas para una mejor adherencia, que las baldosas hidráulicas sean sumergidas en agua, antes del pegado. Con estas características particulares, estas piezas son estéticamente llamativas y brindan una variedad a tener en cuenta, por su variedad en el diseño original que presentan. Son fabricadas por artesanos bajo pedido, lo cual las convierten en piezas únicas y de estilo.

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